Para ésta rutilla exploratoria mas que nada, y que había organizado nuestro compañero Jose Antonio Montenegro, nos juntamos un grupito muy apañao de 8 Pasos Largos. Montenegro y Juanlukita, instigadores de semejante ruta, Fran, Silvia, Isa, un par de compañeros desde Sevilla y yo.
El dia se presentanba bastante nublado y llegando al inicio de ruta empezaba a envolvernos la niebla. Por suerte ésta primera parte era conocida por Montenegro, y para la siguiente, se levantó la niebla gracias en parte a un fuerte viento de levante, que también hizo de las suyas dificultando el paso en muchos puntos.
Eran alrededor de las ocho y media cuando salíamos del puerto del madroño, y directamente empezábamos la subida por un cortafuegos que rapidamente nos hace ganar altura.
La niebla empezaba a hacer acto de presencia.
Y hacía que las rocas que pisábamos, peridotitas, (un tipo de roca ignea) en contraposición a la común caliza blanca tan habitual en Málaga, estuviesen especialmente resbaladizas.
Más de uno resbalamos varias veces por el estado tan difícil del terreno, menos mal que alguna mano providencial hubo por ahí para sujetar a algún compañero y que no se estropiciase más de la cuenta
Hasta el pico de Encinetas, nos acompañó ésta niebla, y que hacía que fuésemos bastante desorientados, por lo menos yo, Montenegro que era el que iba guiándonos, y que lo hizo de forma magistral, nos supo llevar hasta aquí primero y hasta el final de ruta después, como pocos saben hacerlo.
Espectaculares imágenes nos regaló el día en ese momento en Encinetas, donde aprovechamos para tomar un bocado, y descansar 5 minutos, y hacer las fotos de rigor en el vértice y algunas como éstas, donde el viento de levante despejó la vertiente Este, y las nubes quedaron atrapadas y al refugio de la otra vertiente. Fabuloso.
Como pudimos, tras emprender la marcha, y ya por un terreno más complicado en el sentido de que estaba algo cerrado en muchas zonas por la aulaga, nos fuimos abriendo paso, ya con el día despejado, hacia la cresta que lleva hacia el Castillejo de los Negros, y luego a través de ésta.
A pesar de las aulagas, siempre íbamos encontrando paso por vereillas que las cabras, y otros animales han ido dejando, ya que ésta zona es muy poco transitada.
El Castillejo de los Negros, no tiene vértice, si unos restos de una antigua antena. Tras una pequeña pausa, continuamos buscando ir descendiendo poco a poco, pero a la vez avanzando dirección Sur, hacia La Zagaleta.
Aquello parecía no tener fin. Estábamos ante una sucesión de lomas, de forma que la primera no nos dejaba ver la siguiente, entre ésto, buscar el mejor lugar para pasar, y que un poco más abajo, las peridotitas hacían acto de presencia complicando más la bajada, se hizo muy largo.
Ya por fin, tuvimos a la vista un Cortafuegos, y algo más abajo una pista de tierra, a la que debíamos llegar, y al principio de la cual, estaban los coches que dejamos antes de subir hasta el puerto del madroño por la mañana.
Tras alcanzar el carril, y parar a refrescarnos en la fuente desde donde la gente normalmente empieza la subida al Encinetas, nos dimos nuestro homenaje en la Venta el Madroño.
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