Esta tarde toca enseñar al peque algunas cosillas relativas al rapel
para ello nos acercamos a los montes de Malaga
y por un senderillo alcanzamos la pare superior de un cortado
alli tras colocar una cuerda fija, y doble, para poder rapelar al lado del pequeño, nos equipamos
y pasamos las cuerdas por nuestros ochos
ahora, a ir bajando despacito
la primera vez, obviamente le cuesta más
pero tras llegar al suelo, me pide repetir
y ahora si que flipa en colores
eso si, manteniendo siempre el control de seu cuerda,
para que no tenga ningun problema bajando
tras subir de nuevo, y recoger el material, nos vamos un rato al parque, se lo ha ganado
¡Enhorabuena tío, tu hijo no lo olvidará jamás, estás creando un pequeño Valentín en potencia y tú sigues los caminos del Gran Maestro!.
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