aunque para nada fue un tramo relajado,
ya desde el principio, aprieto los dientes,
bajo piñones....
y comienzo un largo descenso, pedaleando a tope
trazando las curvas rozando los quitamiedos
y disfrutando de la adrenalina
para una vez llegando a Algarrobo
no parar,...
y mantener un ritmo alto hasta casa
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