Tras ascender en coche por una interminable pista
se llega a la pared donde se encuentra éste conjunto de vías ferratas
equipadas con tirolinas, puentes, algunos rapels y más sorpresas.
Sin ser de gran dificultad, son bastante entretenidas
disponen de grapas en cantidad más que suficiente,
aunque en las tirolinas hay que bracear bastante por falta de pendiente.
Los puentes, cumplen,
al final de la segunda ferrata,
hay una grieta y dos opciones, subir por las grapas,
o ascender por la misma grieta, trepando y con la ayuda de unas cadenas, esa fue la opción que elegi yo. Simplemente genial.
Al finalizar la ferrata, se rodean unas rocas y se desciende a la base haciendo un bonito rapel.
El siguiente tramo,
de similares caracteristicas,
y desde cuyo final, también se rapela.
Y el último tramo, con lo mejor de todas las ferratas, éste pequeño boulder de inicio,
opcional, pero que hizo que flipase con el techito.
para finalizar con un angulo de 90º
donde ya comienza la auténtica vía ferrata.
que salvo éste exigente y opcional inicio,
no presenta mas dificultad
se termina sobre el tajo,
desde donde se desciende bordeando la ladera
de forma bastante intuitiva.
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