Tras comer algo, nos acercamos a la cueva del Peral
es una travesia cortita, sin pozos, siguiendo un rio subterraneo, que al principio esta bastante sucio, con el agua estancada, pero que en pocos metros, se queda limpia, aunque a nuestro paso se enturbie
durante un buen tramo, nos adentramos a cuatro patas por estas gateras
con mas o menos agua, dependiendo de lo accidentado del suelo, pero siempre casi a rastras
hasta que....
pasamos por un paso un poco justito, por eso esta cara de agobio, al notar la opresion del suelo sobre mis costillas y el techo en la espalda, aunque con un poquito de movimiento aqui y alla, pasé,
y es que el hueco no era para menos
de hecho Jose, tras intentarlo un par de veces, y quedar practicamente encajado, decide volverse
Paco Doña, Isa, Mena y yo seguimos,
llegando ya a zonas por las que podemos levantarnos y empezar a recordar levemente lo que es caminar erguidos
eso si, casi todo el rato con agua, pasando por una zona de goers, aunque quizas los de sima aguila esten mejor desarrollados
Isa va en su salsa por la cueva, ademas de ser una cavidad muy entretenida
Doña tras un agujerillo,... menos mal que no habia que pasar por ahi
el agua, transparente antes de nuestro paso
y la cosa vuelve a estrecharse
formaciones de yesos, y murcielagos que revolotean a nuestro alrededor
y un curioso ejemplar de murcielago rojo
otra sala donde nos enderezamos
antes de volver al agua
mas cristales de yesos
y este pasito casi sifonado, donde el agua se mete hasta el sentido
un ultimo pasito estrecho
hasta que alcanzamos ya con luz exterior una pequeña poza
aunque retrocedemos un poco para alcanzar una salida previa
y ya fuera de la cueva, unas fotillos
de los cuatro, que en breve nos reuniriamos con Jose
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