Por fin llegó el momento que durante algunos años habia esperado, el ascender por el camino del Cortijo del Iman y la Fábrica del Iman, buscando el Nacimiento del Chillar
para ello, aprovechamos éste Domingo 14 de Junio, y ya que no bajan la barrera del Pinarillo, accedemos en coche hasta el Collado de los Apretaderos, donde antes de salir, saco ésta foto. Son las 6:55am
Emprendemos el camino los tres aventureros, donde quizás yo era el único que temía el que tuviesemos que regresar sobre nuestros pasos debido a varios factores que se irán solventando no sin dificultad.
Comenzamos el descenso hacia la acequia del río Chillar,
a la que llegamos rápidamente, y enseguida llegaremos a la Casa de la Presa
que como muchos ya saben, la Consejeria de Medioambiente, de la que hablaré luego largo y tendido, derribó, supongo que para evitar que pudiese haber algún herido por acercarse a la casa, que estaba en muy mal estado, y le echasen la culpa a la Junta por no tenerla en buen estado.
Al menos la presa sigue ahi, intacta.
Son ya las 8:00 de la mañana, el tiempo vuela, pero ya estamos cerca del cruce del sendero del Cortijo del Imán,
Por donde empezamos a ascender escasos dos minutos después, comenzando ahi nuestro calvario.
Y es que no se entiende como un sendero que en su día tuvo que ser de gran importancia en ésta Sierra, ya que en muchos tramos aun se aprecian los muretes de contencion laterales hechos de piedras apiladas, piedras en el suelo a modo casi de escalón, para afianzar el terreno,...
esté en estos momentos en una situación de total abandono por parte de la Junta de Andalucia, la Consejeria de Medioambiente y las autoridades del Parque, que parecen preocuparse solamente por los permisos para hacer barranquismo en Rio Verde y poco hacen por mantener senderos como éste
que lamentablemente se van a acabar perdiendo, con la Historia que llevan aparejada si nadia hace nada al respecto.
Pues en ésto, que seguimos Joaquin, Fabiola y yo inmersos en ésta selva de romero, aulagas, cardos,...
ganando altura con un ritmo lento, casi penoso, aunque la penuria la marcaban los dolorosos aguijonazos de la aulaga en nuestros brazos, pecho, piernas (a pesar de llevar pantalon largo),...
Algunos que no pudieron venir a la ruta, respiraran ahora aliviados, pero como dicen los romanticos del senderismo, sin dolor no hay victoria, y sin ineptos el sendero estaria en buen estado.
aun no hemos alcanzado el punto crítico, y ya temo por el éxito de la jornada,
por fin, alcanzamos a ver el Cortijo del Iman, éste no ha sido derribado,.... será que como casi ni se puede subir aqui.
Hacemos un receso de 5 minutos, vamos lo típico,baño, un aperitivo,...
Pasan las 9:20 am y comenzamos a ascender hacia la Hoya Artera,
localizamos los hitos de inicio del tramo del sendero, pero el sendero..... malas puñalas les den, esto ni es sendero ya ni es nada,....ya estaba bastante cerrado la última vez, pero con esfuerzo se podia medio transitar,
ahora ascendemos a la Hoya con un esfuerzo tremendo, empujando aulagas para ir despejando el trazado de lo que fue un sendero importante un dia
Comienza a dar ya el Sol en el Imán, tenemos poco tiempo para que empiece a apretar el calor
el Almendron, se alza imponente a nuestra derecha, y sus tajos se descuelgan sobre nosotros
aprovechamos un pequeño claro para al menos deleitarnos con el sobrecogedor paisaje que emerge tras las aulagas de dos metros de altura que nos rodean en gran parte del trazado
Finalmente, alcanzamos el collado, pensando que lo peor ha pasado, siempre la parte que viene ahora habia presentado un aspecto infinitamente mejor al de la subida desde el cortijo
pero de nuevo mi gozo en un pozo
avanzar en estas condiciones era algo estoico (estos eran por lo visto mas duros que los espartanos, o mas fuertes que el vinagre, tómese el simil que mejor le parezca al sufrido lector) yo con mandar a tomar por saco a los responsables del DESmantenimiento del Parque Natural ya me quedo mas relajado
Al fondo al menos las nubes que desde el amanecer habían cubierto las cimas al Norte de la Almijara, haciendo frontera con Granada, parecían disiparse
en breve, llegaremos al tramo de carril, que seguramente no mantienen desde que se construyese tras la Gran Quemá, y que ahora mismo pasa por ser el unico alivio antes del Barranco del Navachica
pero no, antes de llegar al tramo de pista, hemos de atravesar una zona de gran humedad y escesivamente descuidada, donde las zarzas hacen que el avance sea casi imposible.
Es solo a base de paciencia y buen hacer, que vamos paso a paso abriendonos un hueco entre las espinas de las zarzas, mientras nos llevamos más de un buen desgarro en los brazos
Finalmente, alcanzamos el carril, que no llega ya ni a sendero. Ya estamos en un punto que nos arden los brazos, y apartamos a empujones las aulagas directamente, sin dolor ya, totalmente insensibilizados
Caminamos al menos ya junto al barranco, pero aún queda un poco para que el sendero lo cruce, cuando encontramos nuevamente una zona cerrada por las zarzas. Es aqui donde ya harto de lo bien que mantienen el sendero, saco la cuerda, hago que los demas se pongan el arnes, y bajamos al barranco con un rapel montado en un natural, un pino, con un nudo de fortuna recuperable.
Ya en el cauce del barranco, se entiende que encontraremos zarzas y demas pinchos, árboles caidos y otros obstaculos, pero a ver, eso ya es cuestión del "oficio" y se cuenta con ese tipo de adversidades, pero lo encontrado hasta ahora, es para despedir a más de uno de los que manejan los hilos de la Andalucia de pandereta en la que vivimos
Vamos superando obstaculos aproximandonos al Rio Chillar
que ya suena de fondo,
llegando en pocos minutos, sobre las once y media, ¡Más de dos horas para llegar desde el Cortijo del Iman! innaudito.
En cualquier caso, en éste punto, tras todas las dificultades pasadas hasta el momento, sopesamos que hacer, y tras unos minutos de receso, comenzamos a remontar el río Chillar hacia la zona del Nacimiento, lo cual resulta muy complicado por la orografía, estamos ante una sucesión de pequeñas pozas y cascadas, con una vegetación exuberante, y dificil de traspasar. Tras pasar varias de éstas pozas y cascadas, decidimos parar en ese punto la exploración y avanzar hacia la zona entre el Barranco de Navachica y la que se venia conociendo en el argot senderista como la "Cascada Final".
Avanzamos encontrando pequeñas pozas y cascadas, hasta una sucesión de cascadas y pozas más grandes, pero destrepables casi todas por nuestro lado derecho, hasta alcanzar el punto crítico, donde el sentido común iba a enfrentarse a la curiosidad del grupo. Teniamos ante nosotros una cascada, no imposible, pero si muy arriesgada de destrepar, el río describia una curva y no sabíamos lo que había justamente al volver, pero parecia haber otra caida de agua, y no se veia otro sitio donde montar un nuevo rapel, por lo que tras sopesar la situación, monté un rapel, bajé y valoré la situación desde abajo, y tras una valoración insitu, escalé por un lateral, siendo asegurado por los compañeros desde arriba, y decidimos arriesgarnos y seguir con el avance, sabiendo que ya, no habría vuelta atrás.
Tras bajar y comprobar que mi valoración era correcta, bajé yo tambien y recuperamos la cuerda, ahora solo se podia avanzar. Estábamos seguramente en la poza de la Holandesa o junto a ella, (podria ser también la que afrontabamos ahora). Mi valoración se basó tambien en el enorme parecido de la poza que teniamos ahora a nuestros pies con la que vi en internet de una foto indicada como última poza alcanzable en el alto Chillar tras la cascada final, Tras descender un pequeño destrepe con ayuda de la cuerda, sujeta en un trozo de tronco de pino que habia oculto entre la hojarasca, comenzamos a avanzar con mayor facilidad, encontrando nuevos destrepes, pero de escasa dificultad, y cada vez menos agua, que se filtraba por el poroso cauce de naturaleza dolomitica.
No tardamos en aproximarnos a la cascada desde atrás
encontrando sin dificultad tanto el tramo de sendero se ascenso, como el de descenso hacia la pedrera al otro lado
bajando cada uno lo mejor que podiamos, ya que a nuestro paso no solo rodaban pequeñas rocas, también lo hacían bloques de considerable tamaño
Finalmente alcanzamos la base de la cascada, seca,
y retomamos el camino descendiendo el río ya por terrenos conocidos al menos por mi, que una semana antes ya habia pasado por aqui con mi pequeño
Entramos en el Cahorro del Iman, próximo al Cortijo del mismo nombre, pero a bastante menos altura
y comenzamos a descenderlo,
aprovechando que ibamos con las cuerdas y aun llevabamos los arneses puestos,
bajamos el destrepe de los troncos rapelando desde una instalacion que hay a la izquierda, muy nuevecita con un parabolt, chapa y argolla
pasamos el tramo de la lluvia
y alcanzamos el bosque de pinos, aunque es el árbol que encontraremos por toda la zona,
en esta parte, ya mas relajados, encontramos varias serpientes en el agua
asi como ya en el ultimo tramo, ya pasado el cruce del Iman
esta ranita que posó tan tranquila para los flashes
Finalizado el tramo acuatico, comenzamos el de secano,
donde desde la Casa de la Presa, alcanzamos la Acequia
para enlazar con el sendero de ascenso
que nos elevará varios centenares de metros sobre el cauce del Chillar
y nos llevará hacia el Collado de los Apretaderos
donde terminamos ésta interesante aventura.
Si alguno hecha de menos algunas fotos, si que hicimos de la zona más desconocida, pero por mi parte, va a seguir siendo eso, desconocida.
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