Para estos dias de calor, viene bien buscarse un río o un barranco, y meterse a chapotear un rato.
En ésta ocasión fuimos al río Guadalmina, algo que recomiendo hacer ya, debido a que éste año lleva algo menos de agua, y dentro de un mes o dos, puede ser un suplicio.
Tras bajar a la poza de las mozas, que encontramos vacía, vamos descendiendo por el pedregoso cauce
aunque procuramos nadar donde se puede, para avanzar más cómodos, aunque el agua nos llegue a la cintura
En la primera parte del descenso, salvo alguna poza como esta, avanzamos con poco caudal y por rocas resbaladizas
ya nos vamos internando en las denominadas angosturas
Nos hacemos una fotillo en plan sirenito en la roca
y vienen ahora los tramos más interesantes del río,
por un estrecho desfiladero que el agua ha ido formando durante miles de años,
y de una profundidad considerable,
vamos avanzando, como si por una cueva nos metiesemos
llegando a algunos puntos,
donde las paredes se juntan casi totalmente, y no deban pasar ni un rayo de sol
ésta parte que viene a continuación,
si deja pasar algo de luz,
haciendo que el agua adquiera esta tonalidad verdosa
sin dejar de ser bastante cristalina
en breve llegaremos a la presa
solo un tramo más a nado
bastante cortito
en la presa hay instalada una cuerda con nudos para bajar, aunque yo aprovecho para colocar mi cuerda y bajar rapelando
los demás, prefieren bajar por la cuerda
ya solo nos queda un ultimo tramo a nado, el más largo, pasando por este punto por donde nos cae el agua encima
y llegamos a la playa, lugar donde se abre el rio, y forma una pequeña playa donde la gente suele acudir a echar un rato de baños
avanzamos unos metros mas hasta el carril, para subir a la acequia
que será nuestro camino de vuelta al pueblo
mientras andamos acompañados de ranas, peces y alguna culebra
unas fotos muy guapas, Juan Antonio, la rana parece que la pusiste ahi, vaya posado.
ResponderEliminarun saludo.
Antonio (coincidimos en el Trevenque)