domingo, 12 de junio de 2011

Circular de los Cahorros Bajos. Higuerón - Sierra de Enmedio - Chillar

A pesar de haber muchos convocados, al final nos presentamos dos personas, francisco javier de fuengirola y yo que escribo estas lineas, juan antonio, el corsario de la almijara, que ya de paso traía camara nueva para bautizarla en las aguas del chillar.
A eso de las nueve y media, dejábamos el coche en las inmediaciones de la cantera donde tradicionalmente se inicia la ruta del río chillar, aunque en ésta ocasión tomaríamos la direción contraria, es decir, hacia la costa, para llegando a la altura del viaducto de la autovía, y donde el higuerón vierte sus aguas al chillar, tomar una pista de piedras blancas que toma dirección norte y va junto al cauce del rio higuerón.
Durante el primer tramo de recorrido, avanzamos por ésta pista, en bastante buen estado, entre cañaverales, dejando a un lado y a otro fincas privadas con numerosos frutales.
Es llegando casi a la altura de Frigiliana, que por cierto este fin de semana estaba en feria, y más concretamente hoy tenian la suelta de la vaquilla, que el río se encajona entre las paredes verticales que forman el cahorro del bajo higuerón.
El higuerón lleva algo menos de agua que el chillar, sin embargo, la belleza del cahorro, unida a la sucesión de saltos que encontramos a continución
 y que es muy difícil salvar si no fuese por una escalera que suspendida en el aire, y sin barandilla, nos recuerda a algunos pasajes del señor de los anillos, concretamente a las minas de moria.
Tras un extenso reportaje con los saltos de agua y las escaleras, continuamos el camino, salvando pequeñas pozas y rápidos, sin dificultad ya que el nivel del agua es bajo.
 
Aun así, en algunas es posible meterse entero y recibir placenteros masajes en la espalda, a pesar de la temprana hora, y lo fresquita del agua.
 

En algo más de una hora, llegamos al cruce con la pista que baja de frigiliana,

y poco más adelante, la cascada que vierte el excedente de agua de la acequia de lizar, desde la parte más alta del pueblo al río. Aprovechando que casi no caía agua, en vez de lamentarnos por la ausencia de ésta, subimos por la cascada hasta donde no hubíesemos llegado de bajar con el caudal de otras veces.
Tras ésta incursión espartana, llegamos a la poza de batán, donde una familia había madrugado aún más que nosotros y ya disfrutaban de unoa fresquísimos baños en la profunda y azul-cristalinas aguas.
No más de cien metros más allá, dejábamos las aguas del higuerón para comenzar una travesía cruzando la sierra de enmedio con destino al río chillar, siguiendo el sendero GR 242, en su tramo Frigiliana- Fte. del Esparto
Ésta sierra, para algunos se les hace durísima, pero hay que ser objetivos, si se hace tras 18-25km, y a las 4-5 de la tarde, obvimente es muy dura, pero empezando la subida alrededor de las once, y tras cinco relajados kilómetros, y más aun, afrontando las subidas con calma, estamos ante un paseo de niños.
Tras una primera subida que nos aupa por encima de frigiliana, que tenemos enfrente, al otro lado del río, emprendemos un recorrido que a pesar de algunos cortos tramo es predominantemente de ligera bajada.
Es ya llegando al final cuando se empina un poco más para llegar a lo alto de un collado y ya empezar a descender al río chillar.
Desde lo alto del collado, a pesar de no ser una gran altura, el valle del chillar se abre a nuestroa pies, y frente a nosotros, piedra sillada, altos de la mina, tajos del sol, almendrón, cielo,...  se muestran ante nosotros.
La bajada, de piedras sueltas, hace que no tengamos buen agarre, por lo que bajamos tomando suficientes precauciones, hasta que al nivel casi del río, llegamos a un cruce.
En éste punto, decidimos ir hacia la izquierda casi un kilómetro,
y alcanzar las casas de la presa y la presa del chillar, hito que no se debe dejar de visitar.
Alli, pasamos por la alberca, dimos la vuelta a las casas,
y volvimos al río, donde a la sombra de unos arbustos, dimos buena cuenta de las viandas (bocadillos en este caso) que tras el paseo, supieron a gloria.
Tras ésta pausa, reemprendemos la marcha, volviendo sobre nuestros pasos hasta el cruce que dejamos atrás antes, y siguiendo ahora paralelos al río en dirección descendente.
unos metros por delante, llegamos de nuevo al agua, y a partir de aqui, prácticamente no saldríamos ya hasta el coche. La marcha se convirtió en lugar de ir esquivando los pequeños saltos de agua y las mini pozas, en un ir saltando dentro de éstas, haciendo el recorrido lo más divertido posible,
 
algo que llego a su punto culminante bajo la cascada de la famosa poza del chillar, donde el masaje en la espalda fue superior.
Eso si, la fuerza que lleva el agua es tremenda por lo que hay que tener especial cuidado si se mete la cabeza bajo el chorro, algo poco recomendable, ya que podemos dañarnos el cuello.
Tras el gran refrescón, seguimos el curso del río, con el siguiente objetivo ya en mente, los cahorros bajos del chillar, a los que llegamos tras una buena caminata por el río, que parecía no tener fin.
Entre los cahorros, nuevo baño en otra poza, para refrescarnos más aún
 
Una vez que se sale de la zona de cahorros, en pocos minutos se llega a la central hidroelectricz del chillar,
y al que en nerja conocen como el salto grande.
De aqui a los coches, recorrems los mismos dos últimos kilómetros que hicimos en la 1' Gran travesia de la Almijara, aunque hoy con menos peso y menos kilómetros en el cuerpo.
Asi que a eso de las cinco de la tarde, llegamos al coche, con 17km recorridos más el extra de 2km que supuso acercarnos a la presa, total 19km de una estupenda, entretenida y para nada complicada ruta.

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