Participamos de ésta ruta, Pedro Chito, Elisa, Pedro (el maño), Carlitos, Sylvia, Ruben, Juan Luis doctor House, Valentín, Juani y yo mismo.
En un primer momento iremos hacia las instalaciones de la central hidroelectrica, donde atravesamos la cancela, cerrandola el último, y llegamos a una señalización junto a una tubería que sube por la loma.
Empezamos a ascender junto a la tubería, pasando al otro lado de ésta, y avanzando por un bien marcado sendero que nos va llevando junto al río guadiaro.
Una vez que llegamos junto al río,
vamos avanzando siempre junto a éste
en ligero ascenso, y aproximándonos poco a poco al inicio de la garganta.
Enseguida vemos algo más arriba los túneles del tren, por los que algunos osados se atreven a pasar a la vuelta, cosa que no se recomienda, ya que además del peligro más que obvio, existe la posibilidad de fuertes sanciones.
Vamos disfrutando mientras de cada mirador natural que nos asoma al río y a la garganta
Finalmente, termina el sendero, o más bien se pierde, y se asciende siguiendo los hitos una fuerte pendiente que nos aupa en breve a lo más alto de la ruta de hoy.
Una vez alli, solo queda una pronunciada bajada hasta llegar a un tunel, y tras el tunel, el puente de kazh.... de los alemanes, que si, recuerda un poco al de la pelicula de EDSLA
bajo nuestros pies, una caida impresionante y que echa para atrás a cualquiera, encajados entre estrechas paredes
Abajo un grupo de personas haciendo descenso de barrancos, que coincidió ser el grupo extremo de pasos largos. A pesar de la altura, alguien hubo por ahi que se dejó el vértigo en el coche como poco.
Tras las fotos de rigor, emprendimos el regreso hasta la salida del barranco,
donde los que llevábamos el neopreno nos lo pusimos, y tras un bocado, iniciamos el trayecto por el rio, del cual, puedo agregar estas fotos gracias a la camara de Juani.
El avance era muy lento por lo que a nado se avanzaba mejor.
Prácticamente lo hicimos todo a nado o flotando, y es que en muchas zonas a pesar de no tener mucha profundidad, al ser tan resbaladizas las rocas,
A parte cada dos por tres, nos encontrabamos pequeños rápidos por donde nos dejábamos llevar disfrutando como enanos de la ocasión.
El único punto negativo fue el fallo de un par de botes estancos a los que les entró agua estropeando algún móvil y cámaras de fotos. La mia aún está en la UCI a ver si podemos salvarla.
A pesar del inconveniente, decir que mereció la pena, y es una ruta cortita pero muy divertida.
Eso si, algunos compañeros tuvieron que volver por fuera del agua, ya que ésta estaba helada y no llevaban neoprenos. Destacó especialmente el Doctor House, que sin neopreno ni capa de foca resistió como buen espartano todo el trayecto acuático.
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