miércoles, 8 de junio de 2011

Explorando el Cahorro bajo del Higuerón

La hora de comer es estupenda para en vez de echarse una siesta en el coche, calzarse los escarpines y las botas, y dar un paseo de un par de horitas, y  mejor aun si exploramos algún tramo desconocido aún, como es el caso.
El primer tramo del rio Higuerón, desde debajo del viaducto de la autovia, justo donde se une al rio Chillar hasta que empieza el Cahorro, es algo aburrido, se camina junto al agua, por una pista pedregosa, que no tiene demasiado interés, algunas fincas privadas a nuestra derecha, tres de ellas con perros, aunque estan encerrados y no suponen riesgo.
 

 Una vez llegamos al cahorro, el estrechamiento se hace evidente, quizás no sea tan impresionante en principio como el rio chillar, y trae menos agua, pero a medida que avanzamos, descubrimos una sucesión de saltos, que superaremos gracias a unas escaleras en plan "Minas de Moria", suspendidas en el aire y apenas apoyadas en algún peñasco y sin barandilla, que cuanto menos sorprenden
 Tras éste obstáculo, seguimos avanzando por el cauce del río, aunque podemos pasar por fuera en muchos puntos, aunque no lo recomiendo, primero porque hemos venido a mojarnos, y segundo entre las piedras fuera del agua, se suelen posar avispas que si las pisas te devolverán un con un doloroso picotazo.
 Poco antes de llegar a la altura del desvio para tomar la pista hacia frigiliana, y de llegar a la poza de batán, encontramos un paso bajo unas higueras, formando un estupendo y sombreado tunel vegetal.
 Llegamos en seguida a una zona que aunque sigue encajonada entre la sierra de enmedio a la derecha y frigiliana a la izquierda, se va abriendo algo más. Una vez llegamos a la poza, me doy la vuelta para regresar al coche.
 En éste salto, se forma una poza con algo de profundidad, estupenda para aun baño con jacuzzi.
 El regreso se hace muy sencillo, llevando el torrente de agua a favor,

 Nos disponemos a bajar por las escaleras otra vez, pero antes miramos con detenimiento como el agua pasa por un lugar y otro, y la fuera que en su dia debió traer para arrastrar semejantes peñascos.
 Nos adentramos de nuevo, una vez pasada la escalera en la zona más angosta del cahorro, para eseguida salir a zona más abierta, y ya en cuestión de pocos minutos llegar al coche, no sin antes coger una ranita para hacerle una foto.
En algo menos de dos horitas hicimos el recorrido de ida y vuelta. Eso si, en rutas semiacuáticas como las de hoy, tanto si se tiene alergia al picotazo de algún insecto, ya sea abeja o avispa,.... como si no, se recomienda llevar lo necesario para una eventual picadura.

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