El recorrido comienza por una zona muy abierta y expuesta al sol, con el inconveniente además de la falta de agua en ésta primera zona, debido a lo avanzado del verano.
Por fortuna, el agua aunque tarde, pero hace acto de presencia antes de llegar al cahorro.
Donde fluye abundantemente, y donde todos agradecemos el poder meternos en el liquido elemento, algunos hasta enteros.
En pocos minutos, atravesamos el cahorro, y llegamos a las rocas y la escalera. Aprovechamos para enseñar a los niños como cae el agua por entre las grandes rocas, que forman una interesante oquedad, casi una covacha,
Donde los niños disfrutan de la cueva, y del agua.
Tras subir la escalera, que no estuvo exenta de dificultad para aquellos que digieren la altura con dificultad, el premio de seguir disfrutando de las limpias aguas del higuerón, y de un estupendo posado sobre el arbol caido.
Antonio, el mayor de los tres niños de Isa, andando como un autentico aventurero por el río. Poco después echamos en falta a sookie, y tuve que dejar al grupo al mando de Valentín, y regresar corriendo, hasta llegar a la escalera, lugar hasta donde habia regresado la perra que se despistó en algún momento.
Ya cerca de las tres de la tarde, alcanzamos una pocita con este estupendo spa - balneario natural, alli comimos, y nos dimos nuestro homenaje
Hasta los mas pequeños se atrevieron a tomar parte de una sesion de masaje acuatico
El agua cristalina
Y un entorno de lujo
de pequeños saltos de agua
galerias de higueras y zarzales
y finalmente una foto con mi querida bandera
Y ya solo quedaba coger los coches y recoger a los pequeños tras subir por la pista de cemento hasta frigiliana
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