El domingo 3 de julio, me desplacé de nuevo al rio guadalmina, en esta ocasión con irene, a la que le habia insistido mucho sobre la belleza de éste paraje, y lo cortita y entretenida que era la ruta.
El día se presentaba especialmente feo, nublado y con aire, por lo que mi preocupación por la temperatura del agua era evidente.Dejamos el coche a la entrada de benahavís, pasada la rambla seca por donde terminaríamos el recorrido, y descendimos unos centenares de metros junto a la carretera hasta llegar a la poza de las mozas, donde iniciamos el recorrido acuático.Siempre por rocas muy resbaladizas, y con pocos tramos en los que cubre el agua.La primera parte se hace bastante despacio por el peligro de resbalones.
Es ya cuando alcanzamos las angosturas cuando empezamos a encontrar algunos tramos donde pasaremos nadando.
Llegando a la conocida como "cueva" donde éste rio alcanza su expresión máxima de espectacularidad y belleza.
Una vez salimos de la cueva, algun corto tramo a nado, por un agua que a pesar del nublado estaba hasta calentita, llegamos a la presa.
La cuerda había desaparecido, aunque en su lugar habían puesto otra más larga que permitia descender la presa, y la resbalosa chorrera que hay a continuación, por la cual, me deje chorrar a pesar de la fuerza del agua, ya que conocía como era.
Finalmente encaramos los últimoa tramos de nado con la oxidada tuberia unos metros sobre nuestras cabezas, y llegando hasta la playita que forma el río a la salida de las angosturas, donde devoramos un almuerzo a base de bocatas de salchichon de pavo y queso, y tortilla de patatas.
Hasta este punto todo bien, ahora tocaba alcanzar el nivel de la acequia para la vuelta, pero no quería meter a irene en el atolladero que nos metimos en la ultima visita al guadalmina con las aulagas, cardos y demás pinchos. Asi que avanzamos por la parte seca del lecho, pegados a la izquierda, hasta alcanzar un carril terrizo que cruza el río y asciende por la ladera. Mi intención era que el carril nos dejase lo más cerca de la acequia y ya buscar como acceder a ella. Pues el carril termina exactamente a la altura de la acequia, asi que hicimos una subida muy comoda,y ya en la acequia, regreso alternando tramos por el agua con tramos por seco.
Una vez avistamos Benzhavís, vamos buscando el mejor y más despejado lugar para volver a bajar al río. Que fue el mismo por el que bajé en la anterior ocasión. Una pendiente bajada de penas 35 metros, superar un tronco caido, y alcanzar el rio.Ya desde éste punto, llegar al cauce seco y de ahi al coche es cuestion de cinco minutos.
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