Rio Cebollón hasta las Casas de la Monticana

A las ocho de la mañana estábamos citados frente a comisaría, y no precisamente para visitar los calabozos.
Nos dirigimos hacia la granadina localidad de Fornes,  a la que llegamos tomando la A-7, n-340 hasta vélez málaga, desde donde por la a-356 vamos hasta el pantano  de la viñuela, y de alli hacia ventas de zafarraya, entrando en provincia de granada. Dirección Alhama, y poco antes de llegar, giramos en un cruce a la derecha, hacia Arenas del rey y Fornes.

Antes de llegar a Fornes, tenemos a nuestra  derecha el carril de la resinera, que tomamos hasta llegar al centro de interpretación, para desviarnos a la izquierda por un carril por el que vadeamos primero el arroyo de la venta, y posteriormente el cebollon. Un kilometro y medio adelante, un carril secundario desciende a nuestra derecha, por éste llegamos a una arboleda donde podemos dejar los coches.

Tras éste largo trayecto, iniciamos la caminata poco más de las diez de la mañana.
primeramente podemos avanzar evitando mojarnos en el rio, ya que existe un sendero que va paralelo al rio a un lado u otro.

Aunque algunos nos metemos en el agua desde el principio, total hemos venido a mojarnos a una rutz acuática.
En pocos minutos llegamos a unz pequeña represa donde  nos mojamos enteros por primera vez. El río, por lo que se ve ha cambiado mucho en los últimos años con las lluvias caidas, es mas fácil transitar por el cauce que por el sendero que se cierra en muchos puntos. Aún así, caminamos por fuer del agua para avanzar algo más ligero, ya que el camino es largo.

Cuando hemos cubierto 1/3 del río, encontramos a un grupo senderista de torre del mar, que hacía la misma ruta que nosotros.

El camino por el rio se hacía más entretenido. Pozas y rápidos se sucedian sin tregua, y el caminar se hacía bastante refrescante.

Tras baños, fotos, y más baños, llegamos a una hermosa cascada que había en un tributario, a nuestra izquierda según subíamos. No perdimos ocasión de sacar fotos y refrescarnos

Hasta llegar por fin a la cascada del puente de la monticana, donde tras refrescarnos a conciencia, abandonamos el río

y cogemos el carril cruzando el puente en dirección oeste,

para abandonarlo pocos metros adelante tomando un carril secundario, a la izquierda

que en un kilómetro escaso nos deja en el singular paraje de las casas de la monticana. Donde alli sentados en piedras y en estupendos taburetes improvisados con troncos cortados, nos sentamos a la fresca sombra de los olmos, a ver si nos caía alguna pera madura mientras comíamos.

Estupendo hallazgo también el de una fuente que a éstas alturas de verano llevaba agua en abundancia, y que hará que las casas de la monticana sea centro de partida o de descanso para otras rutas de
Varioa días o exploraciones tomando éste punto como campo base.

Tras la comida, foto de grupo, y regreso por el río, tratando de disfrutar de las frescas aguas del cebollón, algo que en mi caso, me encargué lanzandome al agua siempre que ésta cubríz más allá de la cintura y resultando ser una de las rutas más frescas y divertidas.

Finalmente tras siete horas con las paradas, y 18 km, llegámos a los coches dando por concluida ésta fenomenal ruta.